El reto de reinventar el inodoro (W.C. Challenge) para que no use agua y no necesite estar conectado a una red sanitaria -pero sobre todo que sea salubre- podría salvar la vida de 1,6 millones de personas que mueren cada año a causa de enfermedades diarréicas.
Bill y Melinda Gates han apostado desde su fundación por esta carrera cuyo beneficio es incluso económico. La fundación cree que los inodoros son una clave para la salud y el crecimiento económico para los países en desarrollo.
Una situación preocupante
Más de la mitad de la población mundial carece de acceso a servicios básicos de saneamiento. Más de dos mil millones de personas están expuestas a enfermedades causadas por el contacto directo con un ambiente insalubre. Para estas familias, de momento, es algo impensable tener una instalación no compartida cercana a su vivienda para excretar sus residuos de manera higiénica y poder captar sus aguas negras para darles tratamiento y ser reutilizadas.
Esta situación genera altos costes económicos a sus gobiernos en servicios de atención médica y en algunos casos la pérdida de la vida. Por ello, y de la mano de los Gates a través de su fundación, personas, empresas y organizaciones de todo el mundo comparten un reto: reinventar el inodoro.
Historia sin evolución
Desde la historia de su creación, el inodoro o water closet (W.C. por sus siglas en inglés) ha sufrido pocos cambios. Si bien es cierto que se han realizado algunas mejoras, no se ha concluido ninguna innovación que permita convertirlo en un dispositivo que no contamine el subsuelo y las fuentes de agua disponibles – refiriéndonos a los casos en los que no está conectado a una red sanitaria -.
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El reto
Reinvent the Toilet Challenge consiste básicamente en ofrecer una solución contundente al problema de salud pública al que se enfrentan poblaciones de rápido crecimiento. Así, de la mano de la innovación y las nuevas tecnologías, el reto busca dotar al inodoro de la posibilidad de tratar los residuos humanos de forma segura para ser recuperados en forma de agua limpia (incluso para beber), en forma de fertilizantes (reutilizando sus nutrientes) y como nuevas fuentes de energía.
De momento, Bill Gates ha destinado aproximadamente 200 millones de dólares para la financiación y desarrollo de este proyecto que ya tiene prototipos funcionando en la ciudad de Durban, Sudáfrica y han funcionado muy bien.
Para un mercado que puede generar para el año 2030 hasta 6 mil millones de dólares, el nuevo inodoro reinventado será, citando al Sr. Gates: «un producto de próxima generación verdaderamente aspiracional que todos querrán usar tanto en países desarrollados como en desarrollo«.
https://youtu.be/82pmo53FQIY