El desarrollo sustentable establece que el ser humano es capaz de crear nuevos métodos de desarrollo que no supongan un daño al medio ambiente. Querer es poder.
Uno de los grandes desafíos a los que los países y sus grandes ciudades se enfrentan actualmente, es al desarrollo y construcción sustentable de nuevos espacios en los que los ciudadanos puedan vivir de forma confortable.
La conciencia de las nuevas generaciones respecto a la necesidad del cuidado del planeta y el medioambiente, sumado a la evidencia de que el sector construcción e inmobiliario consume casi un tercio de la energía de un país, hacen urgente adoptar cambios en el sector.
El eje del desarrollo futuro de este tipo de construcción está basado en las energías alternas y las tecnologías de eficiencia energética.
El calor generado por el concreto y la presencia de ambientes insanos dentro de nuestros entornos diarios, representan una silenciosa amenaza. En la industria de la construcción, se están generando una serie de cambios encaminados a revolucionar la forma en la que nos expandimos. El consumo de energía, el suministro de agua y la generación de desechos sólidos, deben de ser atendidos de forma sustentable e incorporar acciones encaminadas a educar la sociedad.
Así pues, en obra, la sustentabilidad debe estar presente desde una fase inicial, ya en la planeación del emplazamiento deseado. Desde el tipo de suelo, la capacidad de carga, la profundidad del manto freático, o la posibilidad de rescatar áreas verdes que aseguren un clima agradable. De igual forma, la mejor posición con respecto al sol y al viento tanto de ventanas como puertas, tragaluces, etc, son otros puntos a tener en cuenta.
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Un edificio sustentable puede definirse como aquel que presenta una relación de bajo impacto con el entorno. Es aquel que, con sus prácticas y materiales, es respetuoso con el medio ambiente. Desde el diseño y la planeación, la operación y hasta el reacondicionamiento o la demolición, en su caso, todas las fases son importantes.
Entre otras medidas encaminadas a la sustentabilidad, un edificio puede alternar entre las fuentes de energía renovables que existen para satisfacer su demanda energética, tener prácticas internas de manejo y conservación del agua, eliminación de residuos, o reducir la producción de CO2 mediante los diferentes diseños de jardines verticales y azoteas verdes. Esto, por ejemplo, permite una reducción en la temperatura de las edificaciones, minimizando el consumo energético a través de la calidad ambiental de los espacios.
Para un desarrollo urbano hacia la sutentabilidad, es vital respetar ciertos estándares en la etapa urbanística.
En nuestro país, cada vez son más las zonas que se unen al reto de la construcción sustentable. Los nuevos desarrollos de Tulum o el proyecto Smart Forest City – Cancún son solo algunos ejemplos.
A medida que la sociedad se instruya e involucre en la toma de decisiones, los resultados se irán reflejando en la fisonomía de las ciudades. Paso a paso avanzamos por un futuro mejor para las siguientes generaciones.