Construcción vertical como solución sustentable

Construcción vertical como solución sustentable
Construcción e Infraestructura

La tendencia a la construcción vertical ha pasado con el tiempo de ser una ventaja básicamente económica, a suponer una solución hacia la sustentabilidad de nuestras ciudades.

El acelerado crecimiento poblacional, unido al elevado costo del suelo y los avances en materia de construcción, fueron las principales circunstancias que en su momento matizaron la revolución de nuestra forma de visualizar el panorama urbano.

Varios factores impulsaron la ingeniería de altura, pero sin duda fueron dos las invenciones que supusieron un antes y un después: el elevador hidráulico y la especialización en los usos del acero como material de construcción. El material, diez veces más resistente y más ligero que la piedra, proporcionaría la posibilidad de ampliar sus horizontes en el diseño estructural.

La construcción vertical se eleva estirando los límites de la tecnología y el diseño hacia un futuro que sobrepasa nuestra imaginación.

Esta nueva manera de desarrollar trajo cambios evidentes en la economía del mercado inmobiliario. Así, los pisos ubicados en la parte de arriba subieron su plusvalía considerablemente y construir cada vez más alto se convertía en la mejor vía de inversión. De esta forma empezó la búsqueda por encontrar el edificio ideal, que fuera grande, inteligente, ecológico, firme, sustentable y lujoso.

Las distintas empresas del sector inmobiliario iniciaron una competencia por tener el privilegio de que la edificación más elevada del mundo llevara su firma. Se enfrentaron entonces a varios retos que pusieron a prueba la destreza de sus constructores:

Los retos

– la seguridad debe tomarse como el factor determinante para la viabilidad del proyecto

– la estructura debe soportar el peso, resistir el viento, prevenir incendios u otro tipo de eventualidades

– se deben introducir adelantos que permitan a estos gigantes desde albergar áreas de servicios públicos con un clima bien regulado para la confortabilidad de sus ocupantes, hasta soportar fuertes terremotos

– dentro de su diseño estructural, se deben considerar todos los posibles fallos para ser evaluados en el laboratorio antes de su aplicación, y descartar cualquier eventualidad que pueda desencadenar en una catástrofe

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Hoy día la edificación vertical tiene además una implicación medioambiental. Cualquier edificio alto ocupa menos espacio del que la misma superficie construida ocuparía en estructuras de menor altura. Una ciudad como Nueva York, sin sus rascacielos, ocuparía un área al menos 30 veces mayor que la actual, con la consiguiente pérdida de ecosistemas.

No sólo eso, sino que una ciudad horizontal necesita construir más infraestructuras como calles y autopistas y sus habitantes deben recorrer mayores distancias para llegar a sus destinos. El futuro de la construcción mira hacia lo alto.