La vida moderna y una cultura orientada al consumo, han ocasionado un Calentamiento Global de 1.0 °C. De seguir a este ritmo, alcanzaremos los 2.0 °C entre el 2030 y el 2052. Evitar esto no es una meta inasequible, aunque requiere cambios en todos los aspectos sociales.
Como respuesta a la actual crisis medioambiental, durante la Conferencia sobre Cambio Climático del 2018 en Polonia, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) publicó el Informe Especial sobre el Calentamiento Global de 1.5ºC. Este documento evidenció la importancia de limitar el calentamiento global a 1.5ºC. De lo contrario, el Ártico se licuaría, arrastrando consigo los arrecifes y corales marinos.
Este grado y medio ha quedado como estandarte de una manera de vivir más sustentable. Un estilo de vida con nuevos hábitos de consumo, de alimentación y de movilidad. Se requieren construcciones cuya aportación al medio ambiente sea la de disminuir al mínimo nuestra huella de carbono.
Construcciones 1.5 para una vida 1.5
Llegar a estos términos depende en gran medida de las autoridades locales. Estas deberán proveer mejores condiciones para encontrar la forma más apropiada de reducir las necesidades de energía y hacer que las emisiones de carbono en la industria de la construcción sean iguales a cero.
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Casi todas las viviendas que existen actualmente requieren de mejoras considerables en este aspecto, además de que la mayor parte de las construcciones necesitarán una modernización en los próximos 25 años o antes.
Finalmente, es prioritario que antes del 2025, el uso de calefacción de combustibles fósiles quede prohibido, y se establezca una fecha límite para la instalación de calderas de petróleo y GLP en las construcciones involucradas.
